Juntas y tornillos
Todo lo que necesitas saber
La junta de un coche es una pieza de metal que mantiene la presión del motor, además de evitar fugas de aceite así como la entrada de elementos que afecten el funcionamiento del bloque.
Las juntas son necesarias para evitar que las fugas de líquidos afecten el funcionamiento del motor. También se encargan de sellar la cámara de combustible y el bloque del motor. Su mantenimiento debe estar a cargo de un mecánico, dada la complejidad del trabajo y la cantidad de piezas que deben ser desmontadas. En el motor de los vehículos encontramos varias juntas. Los diferentes tipos de juntas son:
Junta cardán: se encarga de transmitir la fuerza que se produce desde el motor hasta las ruedas del coche. Se ubica en el árbol de transmisión de los coches.
Junta culata: su función es garantizar el hermetismo en la comprensión del motor, evitando el contacto entre el líquido refrigerante y el aceite del motor durante el proceso de combustión.
Junta homocinética: su función principal es permitir los movimientos entre la transmisión y las ruedas del coche, pues gracias a ella las ruedas giran de acuerdo a los comandos de la dirección.
Otros tipos: la junta de válvulas, la junta de cárter y a junta de la bomba de agua, son otras juntas que componen el conjunto de piezas el motor.
¿Por qué se deben cambiar los tornillos?
Apriete de los tornillos: En los motores actuales el apriete es realizado en ángulos, es decir, el tornillo es forzado a girar sobre su eje. Con este procedimiento se asegura el apriete o ajuste correcto, ya que por medio del paso de la rosca, el ángulo que gira el tornillo resulta en una distancia que recorre logrando presionar la junta de cabeza de forma pareja, sin importar la fuerza de oposición (aunque la rosca presente un mínimo daño).
Tornillo durante el apriete: Los tornillos de los motores de nueva generación trabajan en una zona plástica, es decir que al terminar el apriete el tornillo se estira de 1 a 3 mm aproximadamente (0.040 a 0.120 pulg), y al ser desmontados ya NO vuelven a recuperar su forma original. Este nuevo sistema permite que al apretar los tornillos, a pesar de que se tengan pequeñas diferencias de grados, la fuerza ejercida sobre la junta de cabeza sea igual en toda la superficie; esto se debe a que todos los tornillos están llegando a su límite de esfuerzo. Cabe mencionar, que el ángulo de deformación que se da antes de llegar al degollamiento en estos nuevos tornillos, es mucho mayor que en los de la vieja generación.
Fallas comunes al utilizar tornillos usados:
A.- No se obtiene el apriete especificado por el fabricante del motor.
B.- Perdida de presión de compresión (motor sin potencia).
C.- Mala compactación de la junta de cabeza, provocando fuga de líquidos y que esta se queme.
D.- Ruptura de tornillos por fatiga de materiales.